Suraci Evolución de Empresas, brinda los consejos más importantes a la hora de elegir correctamente un socio para tu franquicia. Y es que invertir en una franquicia puede requerir un desembolso importante que requiera recurrir a un socio como opción para dividir los gastos de inversión.

Nicolás Suraci aclaró qué es un socio en el mundo de las franquicias:

“El socio en el área de las franquicias es aquella persona que se compromete a realizar un aporte de capital a una sociedad con un fin determinado”

“Es aquella persona en la que podés ampararte en distintos aspectos, como económicos, de seguridad o simplemente por compartir una opinión o visión similar a la hora de invertir en un negocio. Muchas veces, un socio es ese aliento extra que se necesita para poder avanzar en esas ideas o proyectos de negocios que tenemos pendientes, por eso su relación con él y cómo lo elegiremos es tan relevante”, explicó Suraci.

Suraci revela en qué franquicia es aconsejable tener un socio

Existen modelos de franquicias -que se denominan de autoempleo- que son desarrolladas para que el mismo inversor sea el que ejecuta y lleva la parte operativa.

En el resto de los modelos que requieren mayor inversión y mayor dedicación, se recomienda tener un socio, sobre todo en los casos en que el inversor está pensando en tener a la franquicia como una segunda alternativa de ingresos económicos, pero manteniendo su relación de dependencia actual, o bien como un segundo o tercer negocio que suma a los que ya está operando.

¿Cómo surgen las sociedades?

Recurrir a un socio surge por diferentes necesidades:

• Económicas

Puede que sea uno de los principales motivos, aunque muchas veces esto no se detalla desde el inicio, sino que se vislumbra a medida que se van plasmando las diferentes ideas de negocios o franquicias, como así también los montos necesarios.

“En algunas ocasiones sucede que uno (o más) de los socios es el que tiene la idea pero no el capital y busca esa parte inversora para poder llevarlo adelante. En otras situaciones se da que el aporte de ideas y de capital es en iguales proporciones”, detalla Suraci.

• De amistad

Muchas veces nos sentimos con cierto “feeling” con nuestros amigos y en charlas de asado y con copa en mano terminan surgiendo debates para el armado de un negocio que pasa a ser un objetivo -y hasta un sueño- el poder desarrollar en conjunto un negocio con esa persona con la que compartimos tanto.

• De riesgo

Se puede dar la búsqueda de un socio para disminuir el riesgo y dividir los aportes, y se suma a la sociedad a más personas para la toma de decisiones que, si bien puede ser una contra desde el punto de vista de la rapidez, puede ser una gran ventaja por tener opiniones plurales.

Aquí vale el dicho “dos cabezas piensan mejor que una”.

• De miedos

No es simple emprender o embarcase en un negocio, y mucho menos lo es si se decide hacerlo en soledad.

“Muchas veces ese ‘empujoncito’ que se necesita para poder avanzar se encuentra en un socio o una persona que nos ayuda a avanzar en esas ideas o proyectos de negocios que tenemos pendientes”, agrega Suraci.

• De familia

Este es uno de los típicos negocios que se desarrollan, y puede ser entre parejas, hermanos, primos o bien incluyendo a todo el grupo familiar, muy común cuando los hijos están en la universidad o recién recibidos y pueden aprovechar esa seguridad que le dan los conocimiento adquiridos para iniciar un proyecto de esta envergadura.